Cuando hablamos de patologías en viviendas antiguas tras una reforma, no nos referimos solo a desperfectos visibles, sino a problemas constructivos que pueden aparecer poco tiempo después de los trabajos.
Como peritos, sabemos que las casas antiguas tienen particularidades que las hacen más propensas a ciertos defectos si la reforma no se planifica y ejecuta correctamente.
En este artículo vamos a explicarte cuáles son las patologías más habituales, por qué aparecen y cómo puedes detectarlas a tiempo. ¡Empezamos, sigue leyendo!
Patologías viviendas antiguas tras reforma
Humedades: el enemigo silencioso
Las humedades en edificios antiguos tras una reforma son, con diferencia, uno de los problemas más frecuentes. Aunque la obra haya incluido impermeabilización o aislamiento, la incompatibilidad entre materiales nuevos y antiguos puede provocar filtraciones, condensación o capilaridad.
- Filtraciones: suelen darse en cubiertas, terrazas y muros exteriores. Muchas veces son consecuencia de un sellado deficiente o de materiales que no se han adaptado bien al soporte original.
- Condensación: muy habitual tras instalar ventanas nuevas en casas antiguas, ya que el cambio de ventilación genera acumulación de humedad interior.
- Capilaridad: la absorción de agua desde el terreno a través de muros de mampostería sin barrera impermeable.
Si notas manchas, moho o pintura levantada, conviene actuar rápido y documentar el problema.
Grietas y fisuras tras la reforma
Otra de las patologías comunes en reformas de viviendas antiguas son las grietas y fisuras. No todas son graves, pero algunas pueden indicar movimientos estructurales.
- Fisuras superficiales: afectan al revestimiento y suelen deberse a retracciones o pequeñas dilataciones.
- Grietas estructurales: pueden aparecer por asentamientos del terreno, sobrecarga en forjados o intervenciones mal planificadas que debilitan muros portantes.
Es clave diferenciar entre grietas “normales” y las que requieren intervención inmediata.

Incompatibilidad de materiales
En peritaciones, hemos visto muchos casos de incompatibilidades de materiales en reformas antiguas. Por ejemplo:
- Uso de morteros cementosos sobre muros de cal, que impiden la transpiración y generan humedad interna.
- Colocación de pavimentos rígidos sobre forjados de madera sin sistema de amortiguación, lo que provoca crujidos y fisuras.
Antes de cualquier reforma, es fundamental analizar los materiales originales de la vivienda y elegir soluciones compatibles.
Problemas en instalaciones
Las instalaciones (electricidad, fontanería y climatización) en viviendas antiguas suelen estar obsoletas y, si no se sustituyen correctamente, acaban fallando pronto.
- Tuberías antiguas que no soportan la presión de nuevas bombas de agua.
- Instalaciones eléctricas que no cumplen normativa y generan sobrecargas.
- Conductos de climatización mal adaptados a estructuras antiguas.
Si has habido una reforma y aparecen caídas de tensión, fugas o ruidos en tuberías, puede que se deba a una ejecución deficiente.
5. Defectos en acabados
Los defectos en reformas de casas antiguas también se ven en acabados como suelos, revestimientos y pintura. Aunque parezcan problemas menores, afectan a la habitabilidad y pueden ser objeto de reclamación.
- Baldosas que se desprenden por mala adherencia.
- Pintura que se agrieta por no tratar adecuadamente la superficie.
- Desnivel en pavimentos por no nivelar correctamente.
En este punto, la clave está en una preparación de superficie adecuada y en el uso de materiales adaptados a la base existente.
Cómo prevenir y gestionar patologías en reformas: la importancia de la formación profesional
Como profesionales del sector, sabemos que muchas de las patologías en viviendas antiguas tras una reforma se pueden evitar con una correcta planificación y conocimientos técnicos especializados.
Detectarlas a tiempo no solo protege al cliente, sino que también te protege a ti como profesional frente a reclamaciones costosas.
En nuestra experiencia, la clave está en combinar formación, planificación y asesoramiento técnico profesional. Esto no solo mejora la calidad de tus intervenciones, sino que también te posiciona como un profesional de confianza en el sector de rehabilitación y reformas.
Conclusión
Las patologías en viviendas antiguas tras una reforma son frecuentes, pero con los conocimientos adecuados y una actuación profesional, se pueden prevenir y gestionar eficazmente.
Humedades, grietas, incompatibilidades de materiales y defectos en instalaciones son solo algunos ejemplos de problemas que un técnico formado puede identificar y solucionar antes de que se conviertan en reclamaciones.
En la escuela formamos a profesionales capacitados para evaluar, prevenir y peritar este tipo de patologías, asegurando reformas más seguras, duraderas y de alta calidad.
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